El restaurante, ubicado en el piso 31, moderno y elegante, ofrece una vista privilegiada e integra al ambiente a través de sus amplios ventanales la magnífica silueta de la ciudad y del río.
Por la noche, el chef Diego Novo despliega su creatividad e innovadora visión y nos sumerge en una delicada combinación de sabores, texturas y colores. Con vasta experiencia, nos acerca una selección de productos locales, interpretados con técnicas de cocción de vanguardia.
La carta incluye entradas como trilla curada, pato ahumado, crocante de morcilla, entre otras. Una mención especial merecen los panes caseros, con harinas orgánicas elaborados con masa madre.
Los platos principales incluyen carnes argentinas, pastas y pescados, mientras que las propuestas de postres son pura tentación.
Una experiencia gastronómica imperdible con una de las mejores vistas de la ciudad.